viernes, 11 de septiembre de 2009
¿POR QUÉ COPIAN LOS ALUMNOS?
Por: Miguel Godos Curay
Copiarse en los exámenes, de acuerdo a la encuesta nacional realizada por Proética, es uno los actos corruptos medianamente tolerados en el Perú. Y ocupa el mismo nivel, en la percepción pública, que el pasarse la luz roja del semáforo, colarse aun espectáculo público, quedarse con el dinero de una billetera que tiene la dirección del dueño o tener instalación de cable pirata.
Alfie Kohn, un educador norteamericano que publicó sus reflexiones sobre los alumnos que copian, puntualizó, que no se trata de culpar a los alumnos que copian o plagian sino de indagar profundamente por qué los alumnos hacen cosas lo que se supone no deben hacer. Según la investigación los alumnos copian cuando los profesores no muestran interés por sus alumnos y se comportan como vacas sagradas. Motivo de copia son las tareas aburridas y abrumadoras que sólo se cumplen para pasar el curso pero que nunca tendrán aplicación en una actividad futura. Causa reiterada es la presión por los buenos calificativos. La tensión que provoca el sentirse ganadores o perdedores. Un alumno no copia porque es malo sino porque no tiene claros ni los medios ni vislumbra metas posibles. Para cualquier profesor tener alumnos copiones es una alerta inmediata para analizar sus actitudes, métodos y exigencias que inducen a los alumnos a copiar.
Un punto de vista sostiene que el copiar es un acto cotidiano en un establecimiento de enseñanza, a tal extremo, que si se aplicase severamente lo normado sobre propiedad intelectual encontraríamos docentes y alumnos expertos en copiar libros, cuadernos y resúmenes ignorando de plano a los propios autores. Muchos docentes conjugan el verbo copiar en todos los tiempos cuando deberían usar los verbos pensar y compartir. Los libros y la buena lectura tras un proceso de digestión intelectual sirven para elaborar nuevo conocimiento. Lo que sucede es que la mala práctica exige repetir al pie de la letra lo escasamente entendido y comprendido en una vorágine interminable.
Otro argumento es la trasgresión. ¿Es corrupto el copión?. Hay quienes sostienen que la copia es el primer peldaño de un proceso de descomposición humana que sólo acaba con la muerte. El copión a lo largo de su vida acabará navegando como un redomado corsario y pirata en los incesantes mares del conocimiento humano. Opinión tremenda. También es cierto que las reservas humanas del conocimiento exigían copias primorosas en las bibliotecas de los conventos que demoraban siglos. En “El nombre de la Rosa” Umberto Eco nos recuerda como era esta excelsa labor en el interior de las bibliotecas medievales.
Sucede hoy que el conocimiento es más volátil que el éter y se renueva con una asombrosa velocidad, de tal manera, que algunos estudiantes han llegado a la conclusión siguiente: para qué van a aprender hoy lo que será desechado mañana. Vivimos en la sociedad del conocimiento que se renueva constantemente en el que no caben los maestros ciruela que pretenden enseñar sin tener escuela. La educación no es un mero proceso de aprender sino de desaprender todo aquello que opaca y hace infeliz nuestra existencia.
Realmente hay mucho que desaprender y muchos que se precian de ser aplicados docentes universitarios no son otra cosa que una alforja de ineptitudes y malas prácticas. Existen también docentes nutridos de indecencia e inmoralidad que disfrutan simplemente del prestigio perentorio que brinda la institución universitaria. Son los malos de la película. Los corruptos de siempre. Los Al Capone de la ciencia que viven extorsionando a sus alumnos e impidiendo que el conocimiento llegue a quienes lo necesitan y que en realidad no enseñan porque les provoca una sensación taimada de poder.
La copia es una apariencia de conocimiento. Una felonía tan gruesa como la infidelidad y la desacomedida lealtad de quienes acuchillan por la espalda. Sin duda que es un aplastamiento de la memoria, aquella facultad humana que al igual que la imaginación, es una facultad formativa de imágenes, cuyo objeto es el propio pasado. La memoria es reproductiva y asociativa. La memoria asociativa facilita la deducción racional. Capacidad que se estropea con la copia que se convierte en un acto puramente mecánico acompañado siempre del miedo que provoca el descubrimiento súbito de dorar la cáscara de la incapacidad.
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1 comentario:
tiene usted toda la razon
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